jueves, 4 de octubre de 2012

¡Viva la Ryder!

Nunca nadie antes fue capaz de juntar el cielo con el maravilloso campo de Medinah, eso es lo que consiguió Seve Ballesteros y el equipo Europeo de la Ryder Cup, juntos han conseguido que todo un continente vibrara y se emocionara hasta el éxtasis con la victoria de los pupilos de Chema Olazábal.
Una victoria en donde los adjetivos a tal hazaña pueden ser infinitos. Lo que he vivido la noche del domingo es simple y llanamente la fascinación que siento por este deporte, nunca he pensado que llegara a emocionarme tanto, hasta el punto que las lágrimas invadían mi rostro con el putt embocado por Kaymer y con la primera entrevista al Capi.
Este es un evento muy especial para todos los que amamos el golf, los valores de educación que desprende son muchos y ese ejemplo lo tenemos en la Ryder, dos equipos que defiende sus colores solo por el honor, el respeto, el compromiso, la honestidad, el trabajo en equipo y el compañerismo, hacen que lo diferencien de otros deportes.
Espero y deseo de una vez por todas que la gente entienda la magnitud de nuestro deporte, que se den cuenta que no somos bichos raros, ni pijos andantes por los verdes prados, que este tipo de victorias tan épicas sirvan para que los medios de comunicación generalistas le den la importancia que tiene el golf y no quede en saco roto pasado unos meses. Que la Ryder sirva para que los campos se llenen de niños entusiasmados porque quieren aprender a jugar al golf, si no toda esta euforia que hemos vivido, no será completa.


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