Me llama mucho la atención escuchar hablar a los ecologistas de los campos de golf, que aseguran que están promovidos por el turismo y la construcción, que amenazan con los atractivos naturales de cada zona donde se construyen. Es gracioso oír una y otra vez las mismas cantinelas. Pocas cosas hay más ecológicas que un campo de golf, no tienen más que acercarse a cualquier campo y verán lo cuidado que estas sus calles, árboles, lagos y la cantidad de vegetación que lo rodea, ¿Alguien en su sano juicio cree que un campo como el de Augusta es atentar contra el medio ambiente? Ya está bien de la demagogia ecológica, porque no cuentan que la mayoría, por no decir todos los campos, utilizan el agua recuperada de las depuradoras y que regeneran el medio ambiente. La experiencia nos demuestra que los campos de golf son compatibles con la naturaleza que los rodea, incluso complementario con el desarrollo sostenible. No voy a negar que alrededor del golf juega un factor importante la economía turística y la especulación urbanística, pero sinceramente me da igual, es más, comparto la idea de algo que además genera riqueza y da trabajo, algo muy importante en estos momentos que estamos viviendo. En otro comentario dejé claro lo que pensaba del turismo del golf y los grandes beneficios que generan.
Así que señores ‘cuidadores’ y ‘protectores’ del universo, dejen de tocar las narices al golf y dedíquense a problemas medio ambientales más graves, que los hay y muchos.
Grande David
ResponderEliminarUn saludo